Marruecos es un destino encantador que siempre ofrece algo para todos los gustos.
Como país diverso y multicultural -influencias africanas, árabes y europeas-, Marruecos ofrece un rico y vibrante patrimonio que mezcla historia con modernidad. Ciudades llenas de vida, pueblos pintorescos y maravillas naturales, todo ello enriquecido con innumerables monumentos históricos.
Marruecos es una fiesta para los sentidos: desde los vibrantes colores de las especias hasta los ricos sabores de la gastronomía marroquí y el despliegue de una artesanía centenaria. Las ciudades imperiales de Rabat, Marrakech, Fez y Meknes y sus medinas transportan a los visitantes atrás en el tiempo mientras descubren joyas arquitectónicas medievales bien conservadas y pasean por estos lugares protegidos del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Los hammams y los jardines marroquíes ofrecen momentos de relajación, mientras que los festivales y celebraciones locales muestran la vibrante cultura de la nación.
Por su parte, el impresionante paisaje natural del país tiene mucho que ofrecer, desde la inmensidad de las dunas del desierto hasta la belleza de las playas y las majestuosas montañas del Atlas. El país es un patio de recreo tanto para los amantes de la naturaleza como para los aventureros. La extraordinaria diversidad geográfica de Marruecos ofrece innumerables oportunidades de exploración y una amplia gama de actividades deportivas, como deportes acuáticos, senderismo y golf.
Por encima de todo, los marroquíes son conocidos por su cálida hospitalidad y su auténtico arte de vivir. Las vibraciones mediterráneas, los encantos encantadores y la gente acogedora son las razones por las que Marruecos destaca como uno de los principales destinos turísticos de África, invitando a los viajeros a descubrir un mosaico de cultura, historia y naturaleza.
Marruecos promete un viaje inolvidable lleno de experiencias diversas y recuerdos imborrables.
Portugal ofrece al visitante una cautivadora mezcla de rica historia, impresionantes paisajes y vibrante cultura, todo ello en un país compacto y fácil de recorrer.
Entre las atracciones los atractivos más destacadas de Portugal se encuentran sus dos mayores ciudades, Lisboa y Oporto. Lisboa, situada a orillas del río Tajo, posee una encantadora mezcla de maravillas arquitectónicas, como el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los visitantes pueden pasear por las encantadoras calles del barrio de Alfama, donde las estrechas callejuelas se combinan con el sonido de la música tradicional del fado. Por su parte, la cercana ciudad de Sintra hechiza a los visitantes con sus palacios de cuento de hadas y sus colinas boscosas, en especial el atractivo Palacio de la Pena.
Oporto, situada a orillas del río Duero, impresiona por sus pintorescas vistas ribereñas, el colorido barrio de Ribeira y el famoso puente Dom Luís I. Siendo el corazón de la producción portuguesa de vino de Oporto, que invita a los turistas a visitar bodegas históricas y saborear cosechas exquisitas. Portugal cuenta con una escena culinaria igualmente tentadora, con deliciosos platos de marisco, pasteles como los emblemáticos Pastéis de Nata, y una próspera cultura de mercado de alimentos.
La costa portuguesa, de 1.794 kilómetros, es otro de los atractivos que atrae a turistas de todo el mundo. El Algarve, en particular, ofrece playas de fama mundial, espectaculares acantilados y aguas cristalinas. Hay algo para todos los gustos, ya sea explorar pueblos pesqueros únicos como Lagos y Albufeira, embarcarse en excursiones en barco para descubrir cuevas ocultas o simplemente pasar un relajante día de playa.
Portugal figura entre los diez países más visitados de Europa, con más de 22 millones de turistas al año. Los viajeros tienen garantizado un ambiente agradable y acogedor en esta región del mundo apasionada por el fútbol.
España es un país vibrante y moderno, con miles de años de historia, cultura y maravillas naturales, combinados con una intensa vida social.
Los diversos paisajes de España ofrecen un amplio abanico de experiencias, atractivas para todo tipo de viajeros. Desde los nevados Pirineos a las soleadas playas de la Costa Brava o las Baleares, desde el paraíso natural de las Islas Canarias hasta el histórico Camino de Santiago, pasando por las animadas calles de Barcelona, Madrid o Sevilla. El polifacético encanto de España la convierte cada año en uno de los países más visitados del mundo.
España destaca como joya cultural y culinaria, con una gastronomía a menudo considerada entre las mejores del mundo, siendo actualmente el quinto país del mundo con más chefs con estrellas Michelin. La emblemática paella y las tapas, la dulzura de los churros con chocolate, o el famoso jamón ibérico… la comida española es aclamada internacionalmente. Y también lo es su vino, con regiones como La Rioja o Ribera del Duero produciendo algunos de los mejores del mundo.
Maravillas arquitectónicas como la Sagrada Familia de Antoni Gaudí en Barcelona; la histórica La Alhambra de Granada; las Cuevas de Altamira, uno de los mayores ejemplos de arte rupestre paleolítico; o el Acueducto Romano de Segovia – todos estos lugares, incluidos entre los Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO - ofrecen una visión de la rica historia e influencia cultural de España.
El patrimonio artístico del país es igualmente impresionante, y su geografía está salpicada por museos y obras maestras de artistas de renombre como Velázquez, Goya, Pablo Picasso o Salvador Dalí. Música y danza tradicionales, entre las que figura el flamenco tan reconocido internacionalmente, representan el vibrante espíritu cultural de España, que sigue avanzando en la modernidad.
Si todo ello se presenta en un escenario con más de 3000 horas de sol al año y casi 5000 kilómetros de costas, se entiende que viajar a España cautive al visitante y le deje con ganas de más y el sueño de volver.